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28 mitos que nos contaron sobre el ciclo menstrual y la anticoncepción


“¿Puedo quedar embarazada en cualquier momento? ¿La única opción segura para prevenir un embarazo son los anticonceptivos hormonales? ¿Si me estreso se me atrasa la regla?”.

Hoy vamos a aclarar estas y muchas otras preguntas que nunca pudiste responder en las clases de educación sexual del colegio (si alguna vez las recibiste) para dejar atrás todos esos miedos y verdades a medias que te rondan por la cabeza.

Empecemos:

1. Los ciclos menstruales “regulares” siempre duran 28 días

Nos han enseñado a ver el ciclo menstrual como una máquina o un reloj que funciona a la perfección. La realidad es que el ciclo menstrual es más como las estaciones: fluctúa, cambia y no tiene un patrón “perfecto”.

Según FEMM (Fertility Education & Medical Managment) del 85% al 90% de las mujeres sanas tienen un ciclo menstrual que puede durar entre 24 y 36 días y, aunque el promedio es de 27 días, es perfectamente normal tener ciclos dentro de este rango. También es normal que las adolescentes que están empezando a ciclar y las mujeres que están llegando a la menopausia tengan ciclos menos regulares y más largos debido a la gran cantidad de cambios hormonales que se están dando en sus cuerpos.  

2. El ciclo menstrual es equivalente a la menstruación

La menstruación es la parte más obvia del ciclo, sí, pero no es la única ni tampoco es la más importante. El ciclo menstrual se llama así porque es un conjunto de eventos hormonales que funcionan como una danza sincronizada que se repite una y otra vez durante la vida fértil, siendo la ovulación la estrella principal.

El ciclo menstrual se puede dividir en dos fases principales: la fase folicular (estrogénica o proliferativa) que va de la menstruación hasta la ovulación y la fase lútea (progestacional o secretora) que va desde después de la ovulación hasta el último día antes de la próxima menstruación. La serie de eventos hormonales que se dan durante el ciclo y que llevan a la ovulación y posteriormente a la menstruación son fundamentales para que haya un equilibrio hormonal optimo en el cuerpo. Es decir, ¡son señal de salud!

3. La menstruación no sirve para nada

Debido al grandísimo tabú que todavía existe en torno a la menstruación y los procesos fisiológicos femeninos en general, seguimos desconociendo mucho sobre un fenómeno natural que experimenta la mitad de la población mundial. Los pocos estudios que se han hecho todavía no han podido dar una respuesta a si menstruar cada mes (en promedio) es beneficioso para nuestra salud. Sobre todo ahora que las mujeres pasamos mucho más tiempo de nuestra vida menstruando pues la menarquia (primera menstruación) llega cada vez más temprano y pasamos menos tiempo embarazadas y lactando (en comparación con otros momentos de la historia de la humanidad).

Bajo esta premisa argumentan que no, que el acto de menstruar en sí mismo no necesariamente tiene un beneficio, pero que no hay que olvidar todo lo que pasa antes de la menstruación. La menstruación en una mujer sana es el resultado final de un proceso ovulatorio en el que producimos las hormonas necesarias para tener un estado óptimo de salud.

Como dice la Dra. Lara Briden en su libro Cómo mejorar tu ciclo menstrual, el ciclo menstrual es nuestro boletín de salud mensual que muestra nuestro estado de salud subyacente. Así que tal vez no necesitamos menstruar per se, pero sí necesitamos hormonas ováricas e inevitablemente la única forma de producirlas es a través de un ciclo menstrual que incluye ovular y, por ende, menstruar.

Por esto mismo, el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos, junto con la Academia de Pedriatría de Estado Unidos, publicaron en 2015 un documento llamado “Menstruación en niñas y adolescentes: utilizando el ciclo menstrual como un signo vital”, donde argumentan que el ciclo menstrual es un reflejo de la salud general, es decir, un signo vital tan importante como el pulso y la frecuencia respiratoria.   

4. El dolor menstrual es normal

No, el dolor no es normal, es una señal de alerta de que algo no va bien. Piénsalo: cuando a cualquier persona le duele algo no nos parece normal, excepto si es dolor menstrual.

El dolor menstrual que se puede considerar “normal” se produce justo antes de que llegue la menstruación o durante los primeros dos días y se deberían controlar con infusiones, una bolsa de agua caliente o máximo un ibuprofeno sin interferir con tu vida normal. Este dolor es causado por la liberación de prostaglandinas en el útero y responde bien a cambios en el estilo de vida como dieta, ejercicio y consumir suplementos naturales.

No es normal que el dolor no mejore e interfiera con tu vida y puede ser signo de algún problema médico como endometriosis o un desbalance hormonal. Así que no confundamos común con normal. El dolor de regla es común, sí, pero no por eso es normal.

5. El síndrome premenstrual no existe

¡Existe y además afecta a aproximadamente el 90% de las mujeres! De nuevo, la falta de recursos y estudios destinados a los problemas que nos afectan exclusivamente a las mujeres ha llevado a que el síndrome premenstrual no sea tomado en serio y a que seamos tratadas como “locas”, “hormonales” y “exageradas.”

Muestra de esto es que existen 5 veces más estudios sobre disfunción eréctil que sobre el síndrome premenstrual, a pesar de que solo la padecen alrededor del 19% de los hombres. Esto ha llevado a que no se entiendan las causas de los más de 150 síntomas relacionados con el síndrome y a que las opciones de tratamiento sean muy pocas y poco efectivas.

La tendencia cultural de descartar las experiencia y malestares de las mujeres y de tratar nuestras necesidades como menos urgentes que las de los hombres, puede explicar por qué el SPM sigue siendo un misterio. Afortunadamente, personas como la Dra. Lara Briden han dedicado su trabajo a buscar soluciones naturales a problema como el SPM, y recursos como su libro Cómo mejorar tu ciclo menstrual están ayudando a miles de mujeres alrededor del mundo a por fin entender y mejorar sus síntomas.

6. La ovulación siempre pasa el día 14

¡El famoso mito del día 14! Este mito va un poco ligado al mito de que los ciclos normalmente duran 28 días. Es cierto que ovulamos hacia la mitad de nuestro ciclo, pero como no somos máquinas y nuestros ciclos no son perfectamente predecibles, el día de la ovulación va a depender totalmente de la duración del ciclo y con todo y eso no se puede predecir. Si tienes un ciclo de 24 días, la ovulación va ocurrir hacia el día 12 y si tienes un ciclo de 36 días, la ovulación se va a dar hacia el día 18 aproximadamente.

7. La ovulación pasa siempre el mismo día

Dicho lo anterior, es más fácil entender que no todos los ciclos vas a ovular el mismo día. Así como los ciclos normales no son solo los de 28 días, tampoco la ovulación se da siempre el día 14 y la duración del ciclo puede variar de un ciclo a otro. Si te fijas, puede que un mes tu ciclo sea de 27 días, el siguiente de 25 y el próximo de 31. Incluso si tus ciclos duran exactamente la misma cantidad de días, no necesariamente vas a ovular el mismo día siempre. Así como la duración del ciclo varía, el día de la ovulación también y, además, no se puede predecir de ninguna forma.

8. La ovulación se puede predecir

Es prácticamente imposible saber con exactitud el día de la ovulación. La única forma de saberlo es con un ultrasonido perfectamente sincronizado, algo a lo que casi nadie tiene acceso. La ovulación, así como el ciclo, es variable y sensible a muchos factores.

Cuando usas un método de conocimiento de la fertilidad como el método sintotérmico, aprendes a establecer la ventana fértil a partir de los biomarcadores o señales que te manda tu cuerpo para hacer seguimiento al ciclo y establecer si estás ovulando o no. Así mismo, puedes saber cuándo se abre tu ventana fértil con base en la presencia y los cambios del fluido cervical, y saber cuando YA has ovulado pues la temperatura basal sube y se mantiene alta y el fluido cervical pasa de tener características fértiles a infértiles. Sin embargo, no sabrás el día exacto de la ovulación, solo la ventana de tiempo en la que ocurrió.

Claro, si no usamos un método como el sintotérmico no es posible establecer esa ventana ovulatoria.

9. Podemos ovular más de una vez por ciclo

Nuestro sistema reproductivo está diseñado para evitar que ovulemos más de una vez por ciclo.

Como vimos arriba, el ciclo es un proceso hormonal complejo que tiene un orden y unos pasos muy específicos, y la ovulación es parte de ese proceso. Esta danza hormonal se da principalmente entre los ovarios, el hipotálamo y la glándula pituitaria. Una vez hemos ovulado, empezamos a producir progesterona y la presencia de esta hormona en la sangre inhibe la secreción de las hormonas necesarias para que se libere un óvulo, haciendo que sea imposible volver a ovular hasta que empiece un ciclo nuevo.  

Ahora, lo que sí es posible es expulsar más de un óvulo durante el evento ovulatorio, lo cual explica por qué existen los gemelos o trillizos fraternales, pero ese primer y a veces segundo o tercer óvulo se expulsan todos en un periodo máximo de 24 horas.

Así que una cosa es la ovulación múltiple que ocurre en un periodo máximo de 24 horas y otra muy distinta es la ovulación esporádica en cualquier momento del ciclo, algo que es imposible que ocurra.

10. Ovulamos de un ovario diferente cada ciclo

A pesar de que a muchas nos han enseñado esto, es un mito. El óvulo inmaduro (ovocito) es una célula contenida dentro de un folículo. Los folículos pasan por una serie de etapas y en la primera descansan en el ovario, donde muchos de ellos empiezan a crecer tres meses antes del ciclo en el que serán expulsados.

A medida que avanzan las etapas, algunos van madurando mientras otros se atrofian y eventualmente solo uno (o dos en caso de gemelos) se vuelve el folículo dominante. En este proceso el folículo dominante produce sustancias que inhiben el desarrollo de otros folículos y esto ocurre en todo el tejido ovárico, sin importar si es el lado derecho o izquierdo. Cuando una mujer tiene solo un ovario siempre va a ovular de ese ovario. Si tiene dos, el proceso es aleatorio, lo que significa que se puede ovular del mismo lado durante meses.  

11. El óvulo no fecundado se expulsa con la menstruación

En la menstruación se expulsa tejido endometrial, sangre y fluido cervical, pero no el óvulo no fecundado. El óvulo no fecundado es una célula microscópica y es eliminado por los macrófagos, un tipo de glóbulo blanco que es parte de nuestro sistema de limpieza celular y que se encarga de “eliminar” todo lo que no le sirve a nuestro organismo.  

12. La sangre menstrual es sucia

La sangre menstrual no es sucia ni es un desecho tóxico. La menstruación no está compuesta solo por sangre, también incluye tejido y fluido endometrial, fluido cervical y vaginal y microbios vaginales. El fluido menstrual es completamente inofensivo y no tiene toxinas, pues el revestimiento uterino necesita ser lo suficientemente limpio y puro como para nutrir a un embrión. Tener la menstruación es un proceso fisiológico normal, saludable y necesario y este tabú sigue afectando a millones de mujeres alrededor del mundo. De hecho, nuevos estudios han encontrado que la sangre menstrual tiene células madre, algo que podría ayudar a salvar muchas vidas.

13. La vulva es sucia y hay que limpiarla con productos especiales para CAMBIAR SU OLOR

¿Has visto las propagandas de mujeres corriendo por campos de flores promoviendo productos para oler a “flor de verano”, “lluvia de rosas” o “algodón fresco”? Pues además de ser ridículas, son peligrosas.

Las vulvas no deberían oler a flores ni a verano, deberían oler a vulva. Las vulvas sanas tienen un olor relativamente neutro que se puede intensificar un poco cuando sudamos o después de tener relaciones sexuales. Esto significa que tampoco deberían oler mal y si huelen raro o demasiado fuerte hay que consultar cuánto antes con un profesional para saber qué está pasando.

La vagina (un tubo de músculos que va desde el cérvix hasta la entrada vaginal) está diseñada para limpiarse a sí misma con la ayuda de secreciones naturales y tiene una serie de bacterias buenas y únicas que la protegen. Si usamos productos con olores fuertes estamos alterando el pH vaginal normal, que es ácido, y nos arriesgamos a que bacterias que no son parte de la flora vaginal se multipliquen y nos causen infecciones.

No necesitas jabones, geles, ni ningún tipo de producto especial para lavar tu vulva, con solo agua o un jabón neutro es suficiente y, definitivamente, ¡no necesitas absolutamente nada para lavar el interior de tu vagina!. Evita las duchas vaginales, ahórrate esa plata y de paso una infección o un desbalance.

14. La regla se atrasa si nos estresamos

Técnicamente, la regla no se atrasa. Lo que se atrasa o se adelanta es la ovulación.

¿Te acuerdas de las dos fases principales del ciclo de las que hablamos más arriba? Es la primera fase, la folicular, la que tiende a variar más y la que se puede ver afectada fácilmente por muchos factores como el estrés. Una vez hemos ovulado inevitablemente pasa una de dos cosas: el óvulo es fecundado y empieza el embarazo o el óvulo no es fecundado y de 9 a 18 días después de la ovulación llega la menstruación.

Así que la próxima vez que tengas un “atraso”, recuerda que lo que se atrasó fue la ovulación, no la menstruación, y que sin importar cuánto te estreses para este punto su llegada ya es inevitable siempre y cuando hayas ovulado y no estés embarazada.

15. Puedes quedar embarazada todos los días

No, no puedes. De hecho, solo hay una ventana de 12 a 24 horas por ciclo en las que es posible quedar embarazada: durante la ovulación y lo que se tarde el óvulo en morir. Como los espermatozoides pueden sobrevivir en el tracto reproductivo femenino hasta 5 días cuando hay presencia de fluido cervical, la ventana fértil se extiende y está abierta de 6 a 9 días por ciclo. El resto del ciclo es imposible quedar embarazada y es posible aprender a identificar la ventana fértil de forma precisa usando un método de reconocimiento de la fertilidad como el método sintotérmico.  

16. Es imposible quedar embarazada durante la regla

Aunque no es común, sí es posible quedar embarazada cuando estás menstruando.

Los espermatozoides pueden sobrevivir en el cuerpo hasta 5 días con la presencia de fluido cervical fértil y, como ya sabemos, no todos los ciclos son de 28 días. Si tuviste un ciclo muy corto, digamos de 20 días, pudiste haber ovulado hacia el día 9 o 10 aproximadamente. Si tuviste sexo sin protección el día 3 o 4 de tu ciclo es muy posible que ya hubiera presencia de fluido cervical fértil camuflado en la sangre menstrual. Los espermatozoides tenían un ambiente propicio para sobrevivir y esperar a que el óvulo se expulsara el día 9 o 10, y voilá: embarazo.

Tener ciclos más largos no es garantía de que nunca tendremos un ciclo mucho más corto, ¡acordémonos de que no somos máquinas!

17. Los espermatozoides corren, como en una competencia, hacia el óvulo

¿Cuántas veces hemos visto videos o imágenes de los espermatozoides “corriendo” hacia el óvulo, pasivo y quieto, en un concurso para fertilizarlo? Pues este es otro de los tantos mitos que nos hicieron creer sobre la reproducción.

La realidad es mucho más compleja que esta idea de espermatozoides súper machos y óvulos pasivos y pacientes que se dejan fertilizar. Los espermatozoides están más en una carrera de obstáculos que en una piscina olímpica y deben superar muchos retos para llegar al óvulo. Son ayudados por el fluido cervical y las criptas cervicales, encargadas de transportarlos, filtrar a los que no están sanos y almacenarlos antes de llegar a encontrarse con el óvulo en la trompa uterina. El óvulo, lejos de tener un papel pasivo en la fecundación, tiene unas moléculas en su superficie que agarran el esperma hasta engullirlo, haciendo que sea un proceso de cooperación, no de dominación.

18. La fertilización ocurre en el útero

De hecho, los espermatozoides tienen que viajar una distancia mucho más larga para que la fertilización ocurra. Una vez ovulamos, el óvulo entra en la trompa uterina y es aquí donde es fertilizado si se encuentra con los espermatozoides. Si es fertilizado, tarde entre 4 a 5 días en viajar hasta el útero donde se implantará en el endometrio unos 6 a 7 días después de la ovulación. Si no hay fertilización, el óvulo se muere de 12 a 24 horas después y es reabsorbido por el cuerpo, como vimos en el mito número 8.

19. No puedes quedar embarazada en el agua

Si tienes sexo penetrativo con eyaculación adentro de la vagina y sin protección en cualquier cuerpo de agua, es posible quedar embarazada. No es cierto que el agua caliente, por ejemplo de un jacuzzi, reduzca el conteo de espermatozoides a un nivel en el que es imposible el embarazo. Si, por el contrario, la eyaculación ocurre afuera del cuerpo de la mujer y adentro del agua, un embarazo no es posible pues los espermatozoides solo podrían sobrevivir unos segundos o máximo unos minutos. 

20. No puedes quedar embarazada si estás lactando

Respuesta corta: sí puedes.

Respuesta larga: depende del tipo de lactancia.

Si hay lactancia exclusiva, y por exclusiva se entiende que no se suplementa con absolutamente ningún otro líquido o alimento, no pasan más de 4 horas durante el día y 6 durante la noche sin amamantar y no se usan chupos (pacificadores), sino que el bebé se reconforta mamando, entonces es posible usar la lactancia como método anticonceptivo. Este método se conoce como el método MELA (Método de la amenorrea de la lactancia), es 98% efectivo y requiere de la lactancia exclusiva, que el bebé tenga menos de 6 meses y que no haya presencia de sangrado vaginal después de los 56 días postparto.

Si no hay lactancia exclusiva, es posible que el retorno de la fertilidad se de tan temprano como a las 4 semanas postparto pues los niveles de prolactina, la hormona que estimula la producción de la leche y que en grandes cantidades inhibe la ovulación, caerá dramáticamente.

21. Todos los métodos naturales son equivalentes al método del ritmo y, por ende, no son efectivos

La abstinencia periódica se ha usado como un método anticonceptivo desde que se descubrió, en el siglo XIX, que el sexo con penetración lleva al embarazo.

En los años 20, estudios hechos por los doctores Ogino en Japón y Knaus es Austria encontraron que la ovulación ocurre aproximadamente dos semanas antes de la menstruación y ¡bam!, nació el método del ritmo. Este método fue usado originalmente para ayudar a parejas a lograr un embarazo, no a evitarlo, y se basa en hacer cálculos basados en ciclos de 28 días con la ovulación en el día 14 para establecer una ventana fértil fija. Precisamente por esto es un método obsoleto: ¡ya sabemos que los ciclos no son siempre de 28 días, que la ovulación no se puede predecir y que la ventana fértil varía de un ciclo a otro!

A partir de este momento se empezó a estudiar a profundidad la ovulación y en los años 30 el Reverendo Wilhelm Hillebrand, en Alemania, descubrió que la temperatura sube con la presencia de la progesterona y que usar la temperatura era mucho más fiable que el método del ritmo, así que le empezó a enseñar el método de la temperatura a parejas católicas. Después, en los años 50, John Billings descubrió la relación entre el fluido cervical y la fertilidad y empezó a enseñar el método del fluido, o Billings, a parejas católicas también.

La primera organización en enseñar el método sintotérmico (que combina temperatura más fluido, haciéndolo el más efectivo de los métodos naturales) fue fundada en 1971.

Hasta los años 80, la información sobre el método sintotérmico solo estaba disponible en un contexto católico. La primera organización secular en enseñar el método nació en Nueva York en 1981, abriendo las puertas a que estos métodos modernos, altamente efectivos y lejos de ser el método del ritmo, estén cada vez más disponibles a todas las personas sin importar sus creencias religiosas. 

Todavía hay un camino largo por recorrer, y muchas personas siguen asumiendo que cualquier método natural es inefectivo porque creen que es el método del ritmo. Conocer los métodos modernos de observación de la fertilidad como el método sintotérmico debería ser pan de todos los días, pero mientras no lo sea, ¡aquí está Tus Reglas para ayudar a divulgarlo!   

22. Los métodos naturales no son efectivos para prevenir un embarazo

A pesar de que los métodos de observación de la fertilidad han evolucionado desde el descubrimiento del método del ritmo en los años 30 y de que han sido rigurosamente estudiados y validados científicamente desde los años 70, todavía se ven como poco efectivos y complicados.

A diferencia del método del ritmo, un método bastante obsoleto y riesgoso para mujeres que no son extremadamente regulares y que solo se basa en observar la duración del ciclo para predecir la fertilidad, los métodos naturales modernos son muy efectivos para mujeres tanto con ciclos regulares como irregulares y no usan predicciones ni se basan en la duración de los ciclos.

Los métodos modernos usan indicadores de la fertilidad como la temperatura basal, el fluido cervical, los niveles de LH (hormona luteinizante) y la posición del cérvix para establecer la ventana fértil. El más efectivo de los métodos naturales es el método sintotérmico, pues combina por lo menos dos indicadores de fertilidad diferentes para así poder delimitar con altísima eficacia la ventana fértil. Su eficacia es de hasta 99.6% si se aprende y se utiliza de forma correcta, ¡esto lo hace igual de efectivo a muchos métodos anticonceptivos hormonales!

23. Las aplicaciones son métodos confiables de anticoncepción

De pronto usas una aplicación para llevar el registro de tu ciclo y has notado que mágicamente te dice cuándo ovulas y tu ventana fértil. Ahora que sabes que los métodos naturales como el método sintotérmico son muy efectivos para prevenir un embarazo, puede que estés pensando que son lo mismo.

Pues te tengo una mala noticia: si una aplicación te está diciendo cuándo eres fértil, solo está basándose en cuándo fue tu última regla y es una versión tecnológica del método del ritmo. Solo porque algo sea “actual” no significa que sea seguro y jamás deberías usar una aplicación como método anticonceptivo si estás evitando seriamente un embarazo.

Para que un método natural sea efectivo hay que observar, anotar e interpretar las señales de fertilidad que te manda tu cuerpo (temperatura basal y fluido cervical) todos los días y nunca usar predicciones. La fertilidad no se predice y estas aplicaciones no tienen idea de tus señales de fertilidad, ni pueden calcular si tu ovulación se atrasa o se adelanta solo con la fecha de tu última regla, ¡eso solo lo puedes hacer tú!

24. Los anticonceptivos hormonales regulan el ciclo menstrual

Hay una razón muy simple por la que los anticonceptivos hormonales no pueden regular el ciclo menstrual: en la gran mayoría de los casos suprimen la ovulación.

También evitan que la implantación se dé en el útero y actúan sobre el cérvix para cambiar la consistencia del fluido cervical. La ovulación es la parte central del ciclo y la forma como producimos nuestras hormonas sexuales y sin ovulación no hay menstruación.

Los anticonceptivos hormonales interrumpen la comunicación entre el cerebro y los ovarios suprimiendo el ciclo menstrual natural, no regulándolo.

Las hormonas en los anticonceptivos hormonales no son iguales a nuestras hormonas naturales, su estructura química es diferente, y su función es precisamente alterar los procesos naturales del cuerpo para evitar el embarazo. Este fármaco es el primero inventando para suprimir una función perfectamente natural como si fuera una enfermedad: la fertilidad.   

25. Los anticonceptivos hormonales son una solución para el acné, los cólicos fuertes y muchos otros problemas “femeninos”

Así como no regulan el ciclo, los anticonceptivos hormonales tampoco solucionan nuestros “problemas femeninos”.

Más de la mitad de las mujeres a las que se les recetan anticonceptivos hormonales la toman por razones diferentes a la anticoncepción. El dilema es que esto es como tomarse un analgésico si uno tiene una astilla en lugar de quitársela: el problema de raíz no se está solucionando.

Pueden ser una solución temporal, pueden darles alivio temporal a muchas mujeres con síntomas insoportables, pero no son una solución definitiva pues en vez de resolver la causa, se están tapando los síntomas.

Es necesario llegar a la raíz del problema para solucionarlo y los anticonceptivos actúan como una curita, efectivos hasta un punto pero solo de forma temporal.  

26. Cuando tomas anticonceptivos hormonales tienes la regla en los días de “descanso”

Y eso nos lleva al mito que más sorpresa puede causar: cuando tomas anticonceptivos hormonales no tienes la regla, tienes un sangrado por deprivación.

Sin ovulación es imposible que haya menstruación y cuando usamos anticonceptivos hormonales no ovulamos. Cuando se aprobó la primera pastilla anticonceptiva en los 60, a las primera mujeres que participaron en los estudios les dejó de llegar la regla y estaban convencidas de que estaban embarazadas.

Esto llevo a que los creadores de la píldora se tuvieran que preguntar cómo convencer a las mujeres a tomar una pastilla que detuviera su ciclo menstrual. La respuesta fue presentar los anticonceptivos hormonales en una forma en que imitara el ciclo menstrual natural, incluyendo la semana de pastillas “placebo” cada 28 días para que las mujeres pensaran que seguían teniendo un ciclo natural. Ese sangrado por deprivación es innecesario, a diferencia de una menstruación real que es fundamental para la salud pues significa que estamos ovulando.

27. Los anticonceptivos hormonales no tienen efectos secundarios

Tomar anticonceptivos hormonales es visto como algo tan común y normal que muchas veces ni siquiera consideramos ni caemos en cuenta que estamos usando un fármaco.

Como todos los fármacos, los anticonceptivos hormonales tienen efectos secundarios. Es más, si no te has fijado, estos fármacos tienen que obligatoriamente presentar lo que en Estados Unidos se conoce como “black box warning”, las advertencias más fuertes que requiere la FDA (Food and Drug Administration). Cualquier fármaco con un “black box warning” tiene efectos secundarios serios o incluso que ponen en riesgo la vida. Son las mismas advertencias que ves en las cajas de cigarrillos. En este momento hay una petición ciudadana a la FDA pidiendo más transparencia y advertencias al paciente al momento de informar sobre los diferentes efectos secundarios de estos métodos.

Tampoco ayuda que cuando empezamos a tener síntomas como ansiedad, aumento de peso, libido baja, dolores de cabeza, infecciones recurrentes y un largo etcetera, por lo general nos dicen que esto no tiene nada que ver con los anticonceptivos y no nos dan soluciones o nos mandan otro fármaco para “solucionar” el efecto secundario. Los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales son reales y pueden llegar a ser muy serios, así que no hay que usarlos sin prescripción y a la ligera.

28. Nadie debería usar anticonceptivos hormonales

Bueno, esto no nos lo contaron pero es algo que quiero aclarar. Los anticonceptivos hormonales tienen su lugar e importancia en la historia y pueden ser una opción muy efectiva como anticonceptivo. Aquí no se trata de satanizar ni de estar en contra de ellos, no es así de blanco y negro.

La realidad es que pueden ser la mejor opción para muchas mujeres en ciertas etapas específicas de su vida o en ciertas condiciones donde un embarazo sea más peligroso y preocupante que los efectos secundarios.

Todo el mundo debería poder elegir el método anticonceptivo que más le convenga, pero debe poder hacerlo con todas las cartas sobre la mesa, conociendo todas sus opciones y los pros y contras de forma completa y profunda.

El problema es que no nos explican que también existen alternativas naturales como el método sintotérmico que son igual de efectivas, no nos hablan sobre los efectos secundarios o las repercusiones que los anticonceptivos hormonales tienen sobre el cuerpo, ni nos advierten que nuestros síntomas son tapados y no resueltos de raíz. Eso no es una elección libre.

Así que los métodos hormonales deben estar disponibles y ser una opción para quienes la prefieran, pero no deben ser la única opción que se nos presenta porque eso significa quitarnos la libertad de elegir.


¿Se te ocurre algún otro mito alrededor del ciclo menstrual y la anticoncepción? Cuéntame si aprendiste algo nuevo y si tienes alguna duda o pregunta en los comentarios.

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Fuentes  
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