Tus Reglas - método sintotérmico

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¿Quieres dejar de temerle a tu fertilidad? Empieza por entender (de verdad) cómo funciona tu ciclo menstrual


A pesar de que nos han hecho creer lo contrario, nuestro ciclo no es un tabú, un misterio ni una enfermedad. Conectar con nuestro ciclo nos permite comprobar que nuestros cuerpos no son impredecibles y nos mandan señales todo el tiempo, que no estamos locas y que los cambios hormonales que experimentamos son un reflejo de nuestra salud general y no nos hacen “histéricas”. Tu fertilidad es sinónimo de salud y es importante incluso si ser mamá no está dentro de tus planes. 

ESTAMOS CONDICIONADAS A TENERLE MIEDO A NUESTRO CUERPO

La mayoría de nosotras aprendimos a medias cómo funciona nuestro ciclo menstrual y, por lo tanto, es común que le temamos a nuestro cuerpo y sus funciones. Esta son las mentiras más comunes que oímos sobre nuestro ciclo son, entre muchas otras: 

  • “Un ciclo regular dura 28 días”

  • “La ovulación se da siempre el día 14”

  • “Cuidado que puedes quedar embarazada en cualquier momento”

  • “La fertilidad es impredecible y la ovulación es espontánea”

  • “Usar anticonceptivos hormonales es lo único responsable” 

  • “Vas a necesitar sí o sí un tratamiento médico para quedar embarazada”

Todas estas ideas erróneas nos desconectan de nuestro cuerpo, nos hacen sentir resentimiento hacia sus procesos y evitan que tomemos decisiones libres e informadas sobre cómo gestionar nuestra fertilidad. 


Cuestionando la educación sexual que recibiste

El lugar más común donde nos hablan por primera vez de sexo es el colegio. A veces ni siquiera estas conversaciones se dan con nuestros cuidadores primarios porque socialmente consideramos que es algo de lo que no se debe hablar. Incluso hay adultos que piensan que hablar de sexualidad puede resultar en que los jóvenes empiecen a tener relaciones sexuales prematuramente. Pero esto no puede estar más alejado de la realidad. 

Si contaste con la suerte de que alguien te hablara de estos temas en el colegio o en tu casa, seguramente ya te has dado cuenta de que mucha de esa información está incompleta o es errónea. Recuerdo que una vez fue una psicóloga al colegio (de solo mujeres, por cierto) a darnos una charla de educación sexual. No se me olvida que nos mostró fotos del cérvix y nos habló de “descargas” vaginales que facilitaban y posibilitaban el viaje de los espermatozoides para encontrarse con el óvulo (hoy puedo reconocer que estaba hablando superficialmente del fluido cervical). En un momento nos miró y nos dijo: “tienen que ser muy cuidadosas porque si tienen sexo sin condón o sin planificar más se van a demorar en levantarse de la cama que en quedar embarazadas”. Sentí pánico y lo vi también en las caras de mis compañeras. 

Hoy creo que decirle eso a un público de adolescentes entre los 14 y 16 años es una irresponsabilidad porque en lugar de hacerlas sentir dueñas de su cuerpo genera una relación basada en el desconocimiento y el miedo. 

Cuestionando las historias y mensajes sociales que recibimos

Si nadie nos habla de estos temas, pero desde muy temprano somos conscientes de ellos, ¿de dónde estamos recibiendo la información? A través de la televisión, la pornografía y las redes sociales recibimos mensajes de cómo deben verse nuestros cuerpos, cómo debe ser el sexo y cómo deben ser nuestras relaciones con los demás. En la televisión vemos propagandas que nos hablan de “la zona V”, que usan líquidos azules para simular la sangre menstrual y son poco realistas; en el porno vemos relaciones violentas y centradas en la penetración y el placer masculino; y en las redes sociales nos encontramos publicaciones y memes que nos desinforman y confunden. 

Para poder empezar a transformar el miedo que sentimos es importante evaluar qué información estamos recibiendo y su calidad. Cultiva tu curiosidad, hazte preguntas, duda de lo que te han dicho como verdades absolutas y cuestiona lo que encuentras. 


ENTENDER TU CICLO MENSTRUAL ES EL PRIMER PASO PARA RECLAMAR TU SOBERANÍA CORPORAL

Como su nombre lo dice, es un ciclo. No es solo la menstruación, sino también todos los días que pasan entre una menstruación y la siguiente y donde además está la parte más importante, ¡la ovulación!

El ciclo menstrual se da gracias a la comunicación entre tu cerebro y ovarios y de los cambios hormonales que resultan de ella. Puedes empezar a entender tu ciclo identificando y anotando cuántos días dura; qué tan abundantes son tus sangrados; si tienes síntomas como cólicos, migrañas, dolores de seno y en qué momentos del ciclo los experimentas; si hay cambios evidentes de ánimo o de tus niveles de energía; etc. Conectar con estos cambios te ayudará a ver que tu ciclo te habla y conocerlo es una herramienta muy poderosa que va mucho más allá de evitar o lograr un embarazo. 

No es un tabú, un misterio ni una enfermedad

A pesar de que nos han hecho creer lo contrario, nuestro ciclo no es un tabú, un misterio ni una enfermedad. Conectar con nuestro ciclo nos permite comprobar que nuestros cuerpos no son impredecibles y nos mandan señales todo el tiempo, que no estamos locas y que los cambios hormonales que experimentamos son un reflejo de nuestra salud general y no nos hacen “histéricas”.

Recuerda que no es normal tener síntomas incapacitantes ciclo tras ciclo como cólicos que no puedas controlar con una infusión, algo de calor o un analgésico; sangrados demasiado abundantes; desmayos o vómitos. Si te estás sintiendo así es importante que acudas a un profesional de la salud que te ayude a entender qué hay detrás de esos síntomas y a sanar de raíz. Mereces recibir una atención que te haga sentir escuchada y que no invalide ni cuestione cómo te sientes. 

¿CÓMO FUNCIONA (DE VERDAD) EL CICLO MENSTRUAL?

Un ciclo empieza el primer día que tienes sangrado suficiente para necesitar un producto de recolección (si manchas unos días antes de que empiece el sangrado, es parte del ciclo anterior) y termina el día antes de que empiece el siguiente sangrado. 

No sólo los ciclos de 28 días son regulares, como no han hecho creer, sino que puedes tener ciclos perfectamente sanos y regulares que duren entre 24 y 36 días. De hecho, es muy común que la duración de los ciclos de una misma mujer varíe levemente de un ciclo a otro. ¡Nuestro cuerpo no funciona como una máquina!

La parte central del ciclo es la ovulación, no la menstruación, y solo ovulamos una vez por ciclo. No es posible ovular varias veces en un ciclo (aunque sí es posible expulsar más de un óvulo, pero sólo en un periodo máximo de 24 horas) porque para ovular tu cerebro y ovarios deben coordinarse y producir las hormonas necesarias para lograrlo.

Las cuatro hormonas principales

Cada ciclo tu cuerpo produce cuatro hormonas principales: la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) a nivel cerebral y el estrógeno y la progesterona a nivel ovárico (los ovarios son nuestros órganos sexuales principales y es donde además están almacenados los folículos que maduran para convertirse en óvulos). 

Cuando tenemos ciclos naturales el estrógeno es la hormona dominante en la primera mitad del ciclo (fase folicular) y la progesterona es la hormona dominante en la segunda mitad (fase lútea). El estrógeno es responsable de la ovulación y la progesterona se secreta cuando ya hemos ovulado, previene que vuelva a haber otra ovulación en el mismo ciclo y mantiene un embarazo si se llega a dar. 

El baile cíclico de hormonas

En la imagen a continuación puedes ver cómo se comportan estas cuatro hormonas a lo largo del ciclo: 

Al final de un ciclo y al comienzo del siguiente las hormonas están en sus niveles más bajos. La producción de una está relacionada con la otra y no debe entenderse como algo aislado. Este baile hormonal es lo que está detrás de tus ovulaciones y de tus ciclos y ofrece información valiosa sobre tu estado de salud. 

La ovulación como protagonista

Nuestras hormonas sexuales están estrechamente relacionadas con el resto de las funciones de nuestro cuerpo y, por lo tanto, con nuestra salud en general. Tener niveles óptimos de estrógeno, progesterona, FSH y LH va más allá de nuestra salud reproductiva. Aunque la ovulación a veces solo es tenida en cuenta para la reproducción, merecemos sentirnos y estar saludables así nunca planeemos tener hijos. 

Ovular es importante estemos buscando un embarazo o no. De hecho, la parte central del ciclo es la ovulación y no la menstruación. Es la ovulación la que determina cuánto durará nuestro ciclo y es la que se atrasa o adelanta, no la menstruación. Aquí algunas razones por las que es importante ovular: 

  • Necesitamos ovular para producir nuestras hormonas sexuales principales

  • Para lograr un embarazo es necesario ovular y que haya niveles hormonales suficientes para sostener ese embarazo

  • La salud reproductiva afecta la salud de todo tu cuerpo

  • El balance hormonal es vital para la salud y el bienestar

  • Juntas, el estrógeno y la progesterona promueven la salud a largo plazo del cerebro, los huesos y el sistema cardiovascular 

  • Cada ovulación es un depósito que haces a tu cuenta de salud a futuro

¿Cómo se ve un ciclo menstrual sano?

Aunque los ciclos de todas las mujeres son diferentes hay ciertos parámetros que puedes tener en cuenta para saber si estás teniendo ciclos sanos:

  • Es ovulatorio

  • Dura entre 24 y 36 días (este rango constituye un ciclo menstrual regular)

  • Tiene una fase lútea estable de entre 11 y 16 días (la fase lútea es la fase después de ovular y en Tus Ciclos, Tus Reglas te enseño a identificarla)

  • No sufres de dolores incapacitantes, ni síndromes premenstruales extremos 

  • No tiene más de dos días de spotting premenstrual (este es un indicador de que estás produciendo una cantidad óptima de progesterona)

¿QUÉ PASA CON EL CICLO MENSTRUAL CUANDO USAMOS ANTICONCEPTIVOS HORMONALES?

A diferencia de lo que nos han dicho, los anticonceptivos hormonales no regulan el ciclo sino que lo apagan. En pocas palabras, los anticonceptivos interrumpen la comunicación entre tu cerebro y ovarios e inhiben la producción de las cuatro hormonas sexuales principales que te mencioné anteriormente. Recuerda que la ovulación se da gracias a esos cambios hormonales y que si no ovulas no estás teniendo un ciclo. 

Los anticonceptivos hormonales también actúan alterando el endometrio e impidiendo la producción de fluido cervical estrogénico (el biomarcador estrella que aprendes a identificar cuando aprendes a usar el método sintotérmico).

Con anticonceptivos no hay ciclo menstrual

Los anticonceptivos hormonales no imitan eventos biológicos como el embarazo (aunque haya médicos que digan que sí) ni utilizan hormonas naturales, sino hormonas sintéticas creadas en un laboratorio. 

Si los anticonceptivos hormonales inhiben la producción natural de hormonas, no es lógico pensar que sean la solución a desbalances hormonales, síndrome de ovario poliquístico, endometriosis, acné, etc. Si estás teniendo síntomas relacionados con tu ciclo, los anticonceptivos hormonales no van a solucionar el problema de raíz. Por el contrario, apagarán tu ciclo y en el momento en que decidas dejar de usarlos el problema seguirá ahí. 

Las formas principales como funcionan los anticonceptivos hormonales

En este artículo de mi blog puedes leer con más detalle cómo funcionan los anticonceptivos hormonales y en este otro cómo dejar los anticonceptivos hormonales y apoyar a tu cuerpo en el proceso.

¿Son los anticonceptivos hormonales la mejor opción para ti?

No hay un solo método anticonceptivo que sea ideal para todas las personas. Aunque me dedico a enseñar el método sintotérmico y la importancia de la ovulación para nuestra salud y sobre fertilidad natural en general, eres tú quien decide cuál de todas las opciones se ajusta mejor a tus necesidades. Eres tú quien conoce tus circunstancias y el momento de la vida en el que estás, tus prioridades, tus miedos, tus dinámicas de pareja.

Yo seguiré trabajando en mostrar que existe otra forma de gestionar tu fertilidad, pero nunca voy a asumir que es la mejor opción para todas. Seguiré hablando de lo que no nos cuentan sobre los anticonceptivos hormonales porque creo que merecemos tener toda la información sobre la mesa para que consumirlos sea una decisión realmente informada. Esta decisión es solamente tuya y lo más importante es que te sientas tranquila con lo que elijas. 

SIGUIENTES PASOS

Te invito ahora a que analices tu estilo de vida, tus necesidades y tus prioridades y te informes. No tomes decisiones por miedo o presión externa, y recuerda que siempre es válido cambiar de opinión. Si llegaste hasta acá y estás leyendo sobre este tema, confía en tu intuición. Sigue buscando información de fuentes confiables y ten en cuenta que la mejor manera de aprender a gestionar tu fertilidad con el método sintotérmico es tomando un curso de una educadora certificada. Nosotras nos preparamos para acortar el camino hacia la soberanía corporal y apoyarte en el proceso de desaprender y aprender sobre tu cuerpo y tu ciclo. 

Explorando tus alternativas

Intenta no sentir presión de tomar una decisión ya mismo. Hay muchas opciones y el punto de todo esto es que honres tus tiempos y procesos. Si en este momento se siente bien usar el anticonceptivo que usas desde hace un tiempo, ¡adelante! Si sientes el llamado para hacer un cambio y explorar qué puede pasar si decides aprender a entender qué te dice tu ciclo, las puertas de mi curso Tus Ciclos, Tus Reglas Tus Ciclos, Tus Reglas están abiertas para ti. Si aún no estás convencida, pero sientes curiosidad y hay cosas que quieres entender mejor antes de tomar la decisión, puedes explorar La otra manera de gestionar tu fertilidad, un curso pensado para explicarte cómo puedes apoyar tu cuerpo al dejar métodos anticonceptivos y la ciencia detrás de cómo funciona el método sintotérmico. 

Haciendo las paces con tu ciclo

Quiero que recuerdes que tu ciclo no es tu enemigo. Tu cuerpo es muy sabio y resiliente y siempre está buscando la manera de avisarte cuando algo no está del todo bien. Si estás teniendo ciclos difíciles o confusos, lo mejor que puedes hacer por ti es explorar qué está pasando y qué cambios sostenibles puedes hacer en tu estilo de vida para apoyar la salud de tu ciclo y, por lo tanto, de tu salud en general. Tu ciclo no está ahí para atormentarte ni hacerte sufrir y es posible sanar la relación que tienes con él. 

Cuestionando todo, investigando, y haciendo preguntas

Por último, quiero que pienses que dentro de ti ya hay una semillita. Sigue haciéndote preguntas y dudando de todo lo que has dado por sentado durante años sobre tu ciclo para que el miedo que sientes se transforme poco a poco en conocimiento. Eres capaz de cuestionarlo todo y de encontrar respuestas por tu cuenta que nadie ahí afuera está dispuesto a darte. Por mi parte, acá estaré esperándote para apoyarte en este proceso cuando decidas que este es el camino que quieres seguir. 

¡Un abrazo!

¿QUIERES DEJAR DE TEMERLE A TU FERTILIDAD Y ENTENDER CÓMO FUNCIONA TU CICLO?

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